13 marzo 2006

Musguito en la piedra

Mercedes Sosa/Avda. Hipólito Yrigoyen
Gente, gente, gente. En todas las calles, en todas las esquinas, en todas las veredas. ¿Hace calor? ¿Hace frío? ¿De qué conversaremos los desconocidos si no sabemos esto? Por una noche, volvemos a los 17 después de vivir un siglo. La torre inteligente no entiende nada de este racconto. Sólo nuestra cabeza pudo mezclar Violeta Parra con Snoop Doggy Dogg, sólo nuestro cuerpo pudo vestirse de punk para ir a una peña. Mercedes Sosa canta Himno de mi Corazón y se lleva a Miguel Abuelo, como a una hostia, sobre la palma de su lengua. La Alameda, La Candela, La Casa de Salta, Estación 27. No hay sillas que puedan resistir vacías. Después de la alegre zamba, unas cuantas mozas bizarras se encolumnarán en la caravana de empanadas y vino. Y nos quedará una sensación de saciedad que resulta altamente saludable frente a la insatisfacción reinante.

No hay comentarios.:

¿Chat?

Lejos de la cercanía

Lejos de la cercanía
“Cuando vivís es extraño todo lo que sucede”, dice el amigo Martín Toledo en su novela “Proximidad”. Martín, el que cayó aquella noche de 2004 desde el escenario de Casa Babylon. El que regresó a la superficie con los puños llenos de literatura. Llanto de Mudo fue la editorial que recogió esa furia y la convirtió en un libro. Más de 160 páginas en las que se cronica un fracaso tras otro. Porque, ya lo señala el propio autor, “cuando se quiere ser feliz comienzan las equivocaciones”. Y allá vamos entonces, cayéndonos y levantándonos, durmiéndonos y despertándonos. Cada vez más lejos y cada vez más cerca de la felicidad.

EL FANZINE

EL FANZINE