28 junio 2006

¿Cómo podremos sobrevivir?

Gustavo Cerati/Orfeo
Me pareció ver en la explanada del Orfeo todos los juguetes. El Cerati Ricotero al lado del Cerati Electro. El Cerati Retro, a la derecha del Cerati Visionario y a la izquierda del Cerati Que Se Quedó En El Tiempo. All Together Now. Una bandada de Ceratis sobrevolando a la altura de los cables de teléfono. Una píara de Ceratis embarrándose en el rocanrol, revolcándose en el mundo, que es un chiquero. Un Cerati de abolengo y otro huérfano. Los vi a todos y no se con cuál me quedo, si es que las circunstancias obligan a quedarse con alguno de todos los que se ofrecen. Porque al fin y al cabo eso depende de las circunstancias. Y circunstancialmente prefiero profugarme. Sacarle el cuerpo a mi cuerpo y dejarlo exánime, sin sustancia. Afuera los autos giran sin sentido en la rotonda, los conductores no conducen a nada y todos saben que no hay descanso posible en las playas de estacionamiento. Cuando regreso y me encierro en la piel, compro un Cerati Velador y lo prendo. Luz para una sobrevida en este cementerio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

San Gustavo. Una estampita de San Gustavo aporto a la galería de imágenes ... La "luna roja sobre el mar negro" y San Gustavo destellando anguloso, con sus hombreras en punta hacia los cables de Entel. Un refucilo lo unge.

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Lejos de la cercanía

Lejos de la cercanía
“Cuando vivís es extraño todo lo que sucede”, dice el amigo Martín Toledo en su novela “Proximidad”. Martín, el que cayó aquella noche de 2004 desde el escenario de Casa Babylon. El que regresó a la superficie con los puños llenos de literatura. Llanto de Mudo fue la editorial que recogió esa furia y la convirtió en un libro. Más de 160 páginas en las que se cronica un fracaso tras otro. Porque, ya lo señala el propio autor, “cuando se quiere ser feliz comienzan las equivocaciones”. Y allá vamos entonces, cayéndonos y levantándonos, durmiéndonos y despertándonos. Cada vez más lejos y cada vez más cerca de la felicidad.

EL FANZINE

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