07 junio 2006

En el peor de los casos

ElectroRock/Orfeo
Mientras la chica plus belle que me acompaña me aligera de palabras, cruzo el puente de acceso y pienso: a ver cómo se las arreglan para hacer del superdomo una superdisco, una pista del ringside, un vip sobreelevado. Cómo logran que las barras alienten, que los dee jays se embandejen, que las únicas maneras de encontrarse obliguen a un sms de más. Cómo me llevan hasta Nacha, cómo me la extirpan inmediatamente, cómo me inducen a cantar "perdido estoy". Ahora que camino de regreso, con los autos allá abajo, quisiera saber cómo pudieron revocarme los mandatos, sonsacarme (sacarme zonzamente) a aquella chica très jolie que me hizo entrar, urdirme la trampa que me empujará hacia el pasado. Hacia la retro en Babylon. Que bajará la persiana con la canción de Roddy Frame. De Aztec Camera. "Somewhere In My Heart". Y una danza compulsiva, interminable, que agotará las preguntas, las respuestas y todas las maneras conocidas de formular.

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Lejos de la cercanía

Lejos de la cercanía
“Cuando vivís es extraño todo lo que sucede”, dice el amigo Martín Toledo en su novela “Proximidad”. Martín, el que cayó aquella noche de 2004 desde el escenario de Casa Babylon. El que regresó a la superficie con los puños llenos de literatura. Llanto de Mudo fue la editorial que recogió esa furia y la convirtió en un libro. Más de 160 páginas en las que se cronica un fracaso tras otro. Porque, ya lo señala el propio autor, “cuando se quiere ser feliz comienzan las equivocaciones”. Y allá vamos entonces, cayéndonos y levantándonos, durmiéndonos y despertándonos. Cada vez más lejos y cada vez más cerca de la felicidad.

EL FANZINE

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