Después de la lluvia/Medida x Medida
Ya se ha desatado el aguacero. Todavía no estoy seco cuando me abrazo con el pelado Paiva y el Ale Orlando, dos Modernos modernos. Me siento en la tribuna. Extraño los paravalanchas, los cánticos, los choris, los insultos al cuervo. Pero esto es otro partido. Un todos contra todos en el que todos salimos perdiendo. En un instante, los actores dejan de ser actores para mí. Son su personaje. Por eso vuelvo al teatro. Porque no hay todopoderoso que pueda lograr eso. Sólo ellos. Pese a semejante esfuerzo, se nota que el texto original tiene 12 años. Las pesadillas de entonces ya se han hecho realidad. Aquel grotesco es hoy moneda corriente. Al final, me sacan el aplauso a fuerza de ver cómo ocho actores se juegan el pellejo. La lluvia ya paró en honor al negro Olmedo. Me voy. Alguien me espera en un bar, con los diarios abiertos.
1 comentario:
los actores son así, suelen verse como humanos.
cantó blades y después lo mejoró el salmón:
"... Pero cuando el show se acaba
Soy otro humano cualquiera
Y sigo mi vida por risas y penas
Por ratos amargos y con cosas buenas..."
Sin-Tía
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