11 enero 2006

El apostador

Anochecer/Bahía Los Mimbres

La pileta de un amigo en Carlos Paz es el mejor lugar para esconderse del calor. Un espejo de agua en la terraza, con vista directa a la Aerosilla y chicas al borde del chapuzón. La cerveza en el freezer, los vasos transpirando, la espuma que no calienta. Un dormitorio con aire acondicionado, por si las moscas. Una ducha. El paraíso a media hora de distancia. No contentos con eso, cruzamos el Puente Negro y vamos a atardecer a Los Mimbres. Contradictoriamente, entre tantas cabezas frescas, suenan Los Piojos. Sólo la lente de Nacha podría transformar a estas 4x4 en renoletas. Coronar la apuesta a pleno. Jugarse para copar la banca, desafiando al "no va más" como punto de partida.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

te gustó o no te gustó?

Anónimo dijo...

who and Ka:
con mi amiga rip-all creiamos que te podriamos encontrar en el parador de las rosas, pero una vez mas estabas en el lado opuesto de la luna.

Sin-Tía

Anónimo dijo...

Típico burgués de tercer mundo

Anónimo dijo...

Quien dice que alguien es Un Típico Burgués de Tecermundo, también es un Típico Burgués de Tercer Mundo... pero de izquierda

Anónimo dijo...

El tercer mundo nos afecta a todos.

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Lejos de la cercanía

Lejos de la cercanía
“Cuando vivís es extraño todo lo que sucede”, dice el amigo Martín Toledo en su novela “Proximidad”. Martín, el que cayó aquella noche de 2004 desde el escenario de Casa Babylon. El que regresó a la superficie con los puños llenos de literatura. Llanto de Mudo fue la editorial que recogió esa furia y la convirtió en un libro. Más de 160 páginas en las que se cronica un fracaso tras otro. Porque, ya lo señala el propio autor, “cuando se quiere ser feliz comienzan las equivocaciones”. Y allá vamos entonces, cayéndonos y levantándonos, durmiéndonos y despertándonos. Cada vez más lejos y cada vez más cerca de la felicidad.

EL FANZINE

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