Hostel/Hoyts Nuevocentro
Una especie de traducción de "ver Nápoles y después morir". Hasta la mitad de la película, los chicos euroamericanos se divierten con las chicas eslovacas, consideradas entre las más sensuales del planeta. Después, ellas los tiran a la hinchada. Quentin Tarantino produce esta oda al sadismo donde los malos surgen de una pipeta que precipita lo peor de los nazis y los rusos. El lugar óptimo para vivir pareciera ser Nueva York, excepto cuando a algún árabe se le da por estrellar un avión contra un edificio (cosa que, después de cristo, sólo ha ocurrido una vez en dos mil años). Yo me permito disentir con ese aserto, aunque lo más cerca de Eslovaquia que estuve fue en Dresden, en la frontera de Alemania con la república Checa. De las dos noches que pasé en esa ciudad, mis mejores recuerdos corresponden al bar Blumenau. Quizá nunca llegue a conocer NY. Pero -no me importa el riesgo de muerte violenta- volveré al Blumenau alguna vez en mi vida. Allí dejé a la chica más sensual del planeta esperándome.
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