El mañana tuvo fecha: fue el sábado 18 de noviembre de 2006, a la hora 22.30. El mañana tuvo lugar en el Club Ciudad de Buenos Aires, veinte años después de que mi púa se posara por primera vez sobre "Low Life". El mañana es la vida pobre de los linyeras que se disputan los cartones tirados sobre la vereda de la Avenida de Mayo. Es la noche de buena vida en el Personal Fest. El mañana de mi ayer son estos New Order de hoy, tan dignamente envejecidos que parecen un pecado de juventud. El ayer de mi hoy fueron aquellas tardes de revolver bateas en El Agujerito. De tomar el 86 hasta el Parque Rivadavia para ir a una cita en la calle Beauchef. Miro lo que está ocurriendo sobre el escenario y comprendo la magnitud de la palabra "ahora". Un ahora tan grande que me envuelve hasta convencerme de que sólo la muerte lo podrá vencer.
29 noviembre 2006
Ahora
El mañana tuvo fecha: fue el sábado 18 de noviembre de 2006, a la hora 22.30. El mañana tuvo lugar en el Club Ciudad de Buenos Aires, veinte años después de que mi púa se posara por primera vez sobre "Low Life". El mañana es la vida pobre de los linyeras que se disputan los cartones tirados sobre la vereda de la Avenida de Mayo. Es la noche de buena vida en el Personal Fest. El mañana de mi ayer son estos New Order de hoy, tan dignamente envejecidos que parecen un pecado de juventud. El ayer de mi hoy fueron aquellas tardes de revolver bateas en El Agujerito. De tomar el 86 hasta el Parque Rivadavia para ir a una cita en la calle Beauchef. Miro lo que está ocurriendo sobre el escenario y comprendo la magnitud de la palabra "ahora". Un ahora tan grande que me envuelve hasta convencerme de que sólo la muerte lo podrá vencer.
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Lejos de la cercanía
“Cuando vivís es extraño todo lo que sucede”, dice el amigo Martín Toledo en su novela “Proximidad”. Martín, el que cayó aquella noche de 2004 desde el escenario de Casa Babylon. El que regresó a la superficie con los puños llenos de literatura. Llanto de Mudo fue la editorial que recogió esa furia y la convirtió en un libro. Más de 160 páginas en las que se cronica un fracaso tras otro. Porque, ya lo señala el propio autor, “cuando se quiere ser feliz comienzan las equivocaciones”. Y allá vamos entonces, cayéndonos y levantándonos, durmiéndonos y despertándonos. Cada vez más lejos y cada vez más cerca de la felicidad.
EL FANZINE
1 comentario:
Fuerte, no?!
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