26 febrero 2007
Más nada que decir
¿De qué vale que les cuente sobre el show de Tomates Asesinos en mi fiesta? Si no fueron, me será imposible hacerles entender con palabras lo que fue eso. Si fueron, no tengo más nada que decir. Mientras saltaban los tapones en la pista pop del Ojo, en la electro descollaban los Frikstailers. Y después vino Fede Flores a poner las cosas en desorden. Conchita y los Charlatans se esmeraron en promover la diversión. Y sobre la pantalla se agigantaba el ejemplo señero de Tony WIlson en "24 Hour Party People". Codo a codo, la gente soñó que había empezado la cosecha de días felices. Pero ya se sabe como es esto. La fábula del que acumula comida para cuando falte el sustento. La distribución poco ecuánime que hace abundar y escasear al mismo tiempo. La paranoia de pensar lo rápido que pasará este momento. Y que la única manera de escaparle a las vacas flacas es el engorde. Engordar, engordar, engordar de buenos sentimientos.
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