30 noviembre 2007

La poesía amoral

Gelman, poeta antes que moralista. Shakespeare, autor clásico antes que moralista. Cervantes, genio literario antes que moralista. Sade, filósofo en el tocador antes que moralista. Celine, novelista antes que nazi. Mishima, dramaturgo antes que samurai. Borges, escritor antes que aristócrata. Carroll, creador de un país maravilloso antes que pederasta. Pizarnik, poeta antes que suicida. Carver, prosista de luxe antes que alcohólico. Por lo menos, así lo veo yo. La moral revolucionaria y la moral reaccionaria sólo coinciden en la amoralidad del arte.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Antes de la muerte, la vida.
Antes de la incertidumbre la conciencia de haber existido.
Antes de las Interrupciones las im�genes fijas de un rostro, de una voz, de un pensamiento, de un v�nculo/s que no est�n pero que sin embargo en el arte se plasman como un reclamo, un derecho que �stos sin antes ni despu�s impunemente se han atribuido dejando cad�veres sin cuerpo...

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Lejos de la cercanía

Lejos de la cercanía
“Cuando vivís es extraño todo lo que sucede”, dice el amigo Martín Toledo en su novela “Proximidad”. Martín, el que cayó aquella noche de 2004 desde el escenario de Casa Babylon. El que regresó a la superficie con los puños llenos de literatura. Llanto de Mudo fue la editorial que recogió esa furia y la convirtió en un libro. Más de 160 páginas en las que se cronica un fracaso tras otro. Porque, ya lo señala el propio autor, “cuando se quiere ser feliz comienzan las equivocaciones”. Y allá vamos entonces, cayéndonos y levantándonos, durmiéndonos y despertándonos. Cada vez más lejos y cada vez más cerca de la felicidad.

EL FANZINE

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