29 noviembre 2007

Torrencial




La noticia corrió como un torrente por los msn y los sms. En el colmo de la coherencia, Manu Chao actúa esta noche en Casa Babylon. Hoy, jueves 29 de noviembre de 2007. Mientras escucho la versión de "King Of Bongo" que grabó Robbie Williams, me acuerdo de aquella tarde en que por primera vez leí algo sobre Mano Negra. Fue en 1989, en un recuadrito de la revista Spin. Hablaban de una banda francesa, con influencias de The Clash, que había editado un disco llamado "Puta's Fever". Era apenas un dato curioso. Nada hacía prever el fenómeno posterior. La manuchaomanía, el rock alterlatino, el nunca concretado show con el que se iba a inaugurar La Vieja Usina. Aquel concierto inaudible del Pajas Blancas Center. Su campaña global antiglobalizante. Y este torrente que como un brazo tonto de la virtualidad real sigue recorriendo pantallas y casillas. Pregonando la buena nueva de que un profeta de la solidaridad es tan solidario que hasta se anima a cantar en el culo del mundo para ayudar a erradicar la pobreza. Juguemos en el Abasto mientras la revolución duerme en el sueño de los justos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me encanta pensar que el sueño de los justos es sólo un sueño, que algún día despertarán ellos -los justos- y no escucharán, precisamente, Manu Chauuuuuuuuuuu.
Gracias por volver (por/venir)
Juli

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Lejos de la cercanía

Lejos de la cercanía
“Cuando vivís es extraño todo lo que sucede”, dice el amigo Martín Toledo en su novela “Proximidad”. Martín, el que cayó aquella noche de 2004 desde el escenario de Casa Babylon. El que regresó a la superficie con los puños llenos de literatura. Llanto de Mudo fue la editorial que recogió esa furia y la convirtió en un libro. Más de 160 páginas en las que se cronica un fracaso tras otro. Porque, ya lo señala el propio autor, “cuando se quiere ser feliz comienzan las equivocaciones”. Y allá vamos entonces, cayéndonos y levantándonos, durmiéndonos y despertándonos. Cada vez más lejos y cada vez más cerca de la felicidad.

EL FANZINE

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