Fede Flores & Seba Tévez/Babylon
Alguna vez habría que escribir sobre la búsqueda de abrigo en las noches de calor. Pero ahora es la ocasión de alabar a los lanzallamas que recién se quedan contentos cuando todos arden en su infierno. Una pareja está discutiendo bajo las bandejas de Fede Flores. Todo puede explotar en cualquier momento. Hay quienes arriesgan un pronóstico: será cerca de las cuatro, cuando se calce el bajo Seba Tévez (oculto en el sur), cuando la gente espere impaciente en la puerta de los baños, cuando lo centrífugo supere a lo centrípeto y yo salga disparado hacia ningún lugar. Es decir, hacia El Ojo Bizarro, un entrañable agujero negro que nos deglute, nos digiere y nos expulsa. Ya definitivamente antimateriales. Convertidos en fantasmas que intentan resistirse hasta caer en la red de una ghost buster. Alguna vez habría que escribir sobre la normalidad de estos fenómenos paranormales. Y sobre el ardor existencial de la resaca.
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