25 julio 2006

El hombre de Utopía

Demasiado Revueltos/Babylon
Fidel vino, se mesó la barba en la casa del Che y se volvió volando. En la misma jornada he comprobado que, mientras la Revolución siga siendo un sueño eterno, nada va a cambiar. Y que algunos revolucionarios son tan falsos como un Big Tasty. Antes fueron sierras maestras, viborazos, liberaciones nacionales y populares. Ahora, apenas si bolivariamos. Cazo mi energía, la recargo y me pongo en marcha. Allá me esperan otros caribeños. Ritmos que les llaman. Demasiado Revueltos canta abajo Babilonia... en Babylon. La música es tan roots que me solaza. La pista es una mecedora gigante, que en su ir y venir me deja de paso en otra parte. Un lugar donde el capital es cultural y la vida, un prólogo del dieciocho brumario. A vuelta de correo, recibo un mail en el que me preguntan si el amor es una utopía. Lo grave sería que, además, estuviera en la góndola donde reposan las utopías muertas en combate.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ritmos de utopías, antes del dieciocho brumario, después de aparcar el sueño psicodélico de vender un país imperial por una moneda rebelde. Bolivariamos, pero sin fidelizarnos. Nos vemos en Londres, puro helicóptero y funkie.

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Lejos de la cercanía

Lejos de la cercanía
“Cuando vivís es extraño todo lo que sucede”, dice el amigo Martín Toledo en su novela “Proximidad”. Martín, el que cayó aquella noche de 2004 desde el escenario de Casa Babylon. El que regresó a la superficie con los puños llenos de literatura. Llanto de Mudo fue la editorial que recogió esa furia y la convirtió en un libro. Más de 160 páginas en las que se cronica un fracaso tras otro. Porque, ya lo señala el propio autor, “cuando se quiere ser feliz comienzan las equivocaciones”. Y allá vamos entonces, cayéndonos y levantándonos, durmiéndonos y despertándonos. Cada vez más lejos y cada vez más cerca de la felicidad.

EL FANZINE

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