10 julio 2006

Nunca basta

Leo García & Los Látigos/Amor Líquido
¿Cuánto placer puede dar el dolor? Una pregunta impertinente para esta noche. Ni es éste el lugar indicado para responderla. Antes de que repartan INXS y los plomos suban a desmantelar, Leo García se ha plantado como un árbol y nos ha obligado a una sonrisa. Después ha pedido a Los Látigos que lo acompañen para cantar Wadu Wadu. Pero nunca basta. En esa instancia reconozco un perfume familiar, del que alguna vez se enamoró mi auto. Intuyo gestos en clave. No sé porqué me viene a la memoria un estribillo de Jean Carlos. Y de costado vuelvo a enfrentarme con las luces de la avenida, el viento sur, el Ojo Bizarro. Me tuerzo como nunca porque sé que como siempre, me he enfrentado. Y de frente marcho buscándote el perfil que menos se resista a la inclinación del plano.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"...¿Cuánto placer puede dar el dolor? Una pregunta impertinente para esta noche..."
y esa misma noche aquel casi extranjero supo llevarme a un estado en el que he deseado tanto la muerte como la inmortalidad. Me despedí con dos besos y una pregunta impertinente: "¿Cuánto placer puede dar el dolor?"

Lassy´ntía

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Lejos de la cercanía

Lejos de la cercanía
“Cuando vivís es extraño todo lo que sucede”, dice el amigo Martín Toledo en su novela “Proximidad”. Martín, el que cayó aquella noche de 2004 desde el escenario de Casa Babylon. El que regresó a la superficie con los puños llenos de literatura. Llanto de Mudo fue la editorial que recogió esa furia y la convirtió en un libro. Más de 160 páginas en las que se cronica un fracaso tras otro. Porque, ya lo señala el propio autor, “cuando se quiere ser feliz comienzan las equivocaciones”. Y allá vamos entonces, cayéndonos y levantándonos, durmiéndonos y despertándonos. Cada vez más lejos y cada vez más cerca de la felicidad.

EL FANZINE

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