20 diciembre 2006
Menos tarde que nunca
Otras dos invitaciones que conducen hacia la Avenida Cárcano. Una me llega desde Francia, de parte de Cabanne y Simbad. La otra desde Electrorock, con un Flyer de Capri. Cabanne me da pie para encontrar a mis amigos en Lokitas. Mientras él despanzurra un ritmo hasta extirpar sus entrañas, la gente comenta lo cómoda que está. Mientras él reconstruye ese ritmo hasta volver a corporizarlo, la gente baja del VIP y se mezcla con la grey danzante. Mañana será otro día. Mañana Capri nos regalará un piquete de ojos. Nos dejará enceguecidos para que no nos demos cuenta de que, mientras lo ovacionamos, el resto de Carreras está en la otra pista bailando rock chabón. Mañana saludaremos a Erika en Peekaboo, menos tarde que nunca, y cuando advirtamos quién está tocando cundirá la perplejidad. Otra vez Simbad. Otra vez Cabanne. Diseccionando el cuerpo del delito. Extrayendo el corazón que todavía palpita. Y dejándolo que bombee hasta caer exánime. Total, nadie se animará a pedir piedad.
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1 comentario:
puede que sí...puede que no, las fiestas en babylon son la dulzura "xtreme", los habanos y el champán son la felicidad de estar entre pares, alter-egos y amigos, las anécdotas y los recuerdos, al fin del túnel sólo nos acordamos de lo felices y groovers que somos, very deeply, looper & stuff, that´s the question
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