"I see you baby, shakin' that ass/Alright, don't touch me". Después de larga ausencia, los autores de estos memorables versos están de vuelta. Y cómo necesitábamos este regreso, una recuperación así, excesiva, pantagruélica, de Groove Armada. Los Caballeros de la Orden del Electro resoplan como potros en "Soundboy Rock". Galopan por rítmicas que no tienen vergüenza, exponen conejos alienígenas en el video de "Get down", raggamuffean que da calambre. Da gusto reencontrarlos tan vivos en una escena a la que algunos dan por muerta. Mayo de 2007 será recordado por muchas cosas. Y ellos interpretan la banda de sonido de ese recuerdo. El Original Soundtrack que pavimentó mi ir y venir por la Ruta Panamericana, en un tour que imaginé como ticket to ride y se convirtió en autopista al infierno.
30 mayo 2007
See You Baby... Again
"I see you baby, shakin' that ass/Alright, don't touch me". Después de larga ausencia, los autores de estos memorables versos están de vuelta. Y cómo necesitábamos este regreso, una recuperación así, excesiva, pantagruélica, de Groove Armada. Los Caballeros de la Orden del Electro resoplan como potros en "Soundboy Rock". Galopan por rítmicas que no tienen vergüenza, exponen conejos alienígenas en el video de "Get down", raggamuffean que da calambre. Da gusto reencontrarlos tan vivos en una escena a la que algunos dan por muerta. Mayo de 2007 será recordado por muchas cosas. Y ellos interpretan la banda de sonido de ese recuerdo. El Original Soundtrack que pavimentó mi ir y venir por la Ruta Panamericana, en un tour que imaginé como ticket to ride y se convirtió en autopista al infierno.
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Lejos de la cercanía
“Cuando vivís es extraño todo lo que sucede”, dice el amigo Martín Toledo en su novela “Proximidad”. Martín, el que cayó aquella noche de 2004 desde el escenario de Casa Babylon. El que regresó a la superficie con los puños llenos de literatura. Llanto de Mudo fue la editorial que recogió esa furia y la convirtió en un libro. Más de 160 páginas en las que se cronica un fracaso tras otro. Porque, ya lo señala el propio autor, “cuando se quiere ser feliz comienzan las equivocaciones”. Y allá vamos entonces, cayéndonos y levantándonos, durmiéndonos y despertándonos. Cada vez más lejos y cada vez más cerca de la felicidad.
EL FANZINE
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