12 agosto 2007

Como quien no quiere la cosa

Despellejar la noche, atravesarla de lado a lado, entrar por una de sus orejas y salir por la otra, alcanzar las antípodas como quien no quiere la cosa. Con Sergio Pángaro en el living de la disco, rodeado de burbujas y chicas glamorosas. Con el mismo dandy de frente a un set de Natas, y esas grandes probabilidades de llegar al cero absoluto de la cultura rock. Por último, con paso firme pero zigzagueante, en las horas más altas de la madrugada, santiguados ante el set sacramental de Andrés Oddone, rindiéndole pleitesías al dance all night long. Sucedió así, salpicadito, bien sazonado, bien dispuesto, bien pipí cucú. Fue un popurrí de estados de ánimo. Fue mi intervención urbana. El cover de "Amame Petiribí" obró como bisagra. Todo lo que pasó antes fue frondoso como un árbol. Todo lo que pasó después fue rabioso como un pescado.

1 comentario:

Eugenia dijo...

ah bueno veo que seguimos en la joda, pero la única que te comenta las hazañas soy yoooooo
che y qué tal si subís las cosas con la fecha del día que lo compartís con todos nosotros?

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Lejos de la cercanía

Lejos de la cercanía
“Cuando vivís es extraño todo lo que sucede”, dice el amigo Martín Toledo en su novela “Proximidad”. Martín, el que cayó aquella noche de 2004 desde el escenario de Casa Babylon. El que regresó a la superficie con los puños llenos de literatura. Llanto de Mudo fue la editorial que recogió esa furia y la convirtió en un libro. Más de 160 páginas en las que se cronica un fracaso tras otro. Porque, ya lo señala el propio autor, “cuando se quiere ser feliz comienzan las equivocaciones”. Y allá vamos entonces, cayéndonos y levantándonos, durmiéndonos y despertándonos. Cada vez más lejos y cada vez más cerca de la felicidad.

EL FANZINE

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