19 septiembre 2007
Aguafuerte
La corriente golpea contra el pecho. Empuja. Intenta detener. Pero no puede. Avanzamos. Somos las agujas de este reloj. Todavía tenemos pilas. Y estamos bailando la danza del salmón, precisamente. La que imperará el 10 de noviembre en Creamfields. A pocos metros del Suquía, que corre por su vida sobre un cauce de cemento. Perdemos gente en el trayecto. Ganamos frees para la barra. Ya casi me he olvidado de que zarpé de Humberto Primo y San Martín (a la vuelta del Boquete donde alguna vez supe comer todos los días el menú del día). Creo que luego me detuve, por así decirlo, en Faruk, donde TTM y Dancing Mood tensaron la cuerda. Muy bien me recibieron más tarde en Dorian Gray, según parece. Pero nada es tan así de cierto una vez que hemos mandado a la certidumbre a ver si llueve. Y a falta de lluvia, lo incierto se apodera del reino de la noche. Nosotros, pequeños salmones de la danza, seguimos despiertos. It Ain't Over Till It's Over o eso quiero suponer. No sé que dirán ustedes, pero creo que hemos vencido a la corriente otra vez. Que siga el baile.
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1 comentario:
Hoy lunes sienta mejor la de las pastillas que no me ayudan...
Sin embargo, a modern midnight conversation puede ser útil para los momentos de desesperación, de nadar contra la corriente. En la misma dirección, la dificil la que hace el salmón.
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